Crítica de cine III [Art Hunter oct-2010]

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Art Hunter octubre 2010

 
LA CINTA BLANCA.
Michael Haneke, 2009

¿Has intentado alguna vez pegar dos lápices por las puntas con Súper Glue-3? Se puede hacer, siempre que no intentes que la unión se sostenga si sujetas sólo uno de ellos y los suspendes horizontalmente. Es que lo he comprobado mientras veía la película.

Puede que resulte ilógico comentar un film para meterse con él. Sobre todo si, como es el caso, he sido yo el que ha elegido la película para que mi compañero y yo hablemos sobre ella. Es como decir: “Hola. He dedicado dos horas y media a hacer algo para luego quejarme”. Pero no, no es tan tonta la cosa. Creo que si todas las películas que comentamos aquí las cargáramos de maravillas y elogios, una de dos: o no sabemos ser objetivos, o es que sólo elegimos las que nos gustan. Y me disgustaría que pasara eso.

Después de 144 palabras, aún no he dicho nada de La cinta blanca, pero esto apunta a que voy a despotricar. Pues no, amigos. Sobre todo después de leer el comentario de mi colega, que me ha hecho sentir un poco simplón al no haberme yo percatado de esos detalles que de una forma tan elegante él ha hecho relucir en la historia
(leer en página 22).
A mí me la recomendaron unos buenos amigos. Sé de los festivales en los que ha brillado su nombre; sé también que es fuente de inspiración entre esos “cinéfilos entendidos”. Vamos, ¡que por eso dije de ver ésta este mes! Y aún a riesgo de ser impopular, en estas líneas no aparecerán las palabras “entretenida”, “sobrecogedora” ni “obra”. Ni “de arte”.

¡Ah! ¿Que lo que pasa es que no me mojo? Sí me estoy mojando, pero al estilo de la película: diciendo una cosa pequeña en 40 frases. Dilatándome a lo largo de 6 párrafos para decir -eso sí- una opinión tan válida como cualquier otra: es larga. La película está muy bien, pero es larga.

¡No obstante!, creo que nunca olvidaré la conversación entre el doctor y su esposa, capaz de traumatizar al espectador más inmutable, momento álgido provocado sin duda por el contraste de dinamismo con resto de la cinta (nunca mejor dicho).
Aarón Herrero

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